Actualmente
se encuentran en el mercado tres tipos de sensores para las puertas
automáticas, ya sean estas puertas de garaje en Badajoz o
puertas de locales comerciales.
El sensor infrarrojo activo
está compuesto por un transmisor y un mínimo de dos chips
receptores con sistemas ópticos. Estos aparatos detectan personas y
objetos si se rompe la señal emitida entre los dos puntos, de forma
que las puertas automáticas se abren.
Los sensores infrarrojos
pasivos funcionan de forma parecida a las cámaras de infrarrojos
usadas para detectar la pérdida de calor de los edificios. El sensor
percibe el calor de una zona definida y se da cuenta si el calor
cambia como resultado del movimiento. Tiene que haber una diferencia
de temperatura entre el objeto detectado y el fondo y el objeto debe
moverse al menos 4 pulgadas por segundo. Esta tecnología funciona
bien con seres vivos pero puede fallar con objetos inertes.
Los sensores de microondas se
componen de ondas electromagnéticas emitidas por un transmisor de
radio con una frecuencia mucho más alta. Las microondas se reflejan
de vuelta al receptor a través del piso, paredes y otras
superficies. Si no hay movimiento en la zona de vigilancia, el
transmisor y la frecuencia se mantienen estables.
Todas
estas tecnologías se pueden aplicar a las puertas
monitorizadas en Badajoz.