En verano queremos aprovechar los rayos del sol a todas
horas. Sin embargo, hay momentos en los que nos apetece tener un poco de sombra
o no queremos tanta luz en nuestra terraza. Para proteger la terraza del sol
podemos optar por varias soluciones, desde sombrillas hasta cerramientos
pasando por toldos o cortinas.
Los cerramientos de
terrazas de verano son los más útiles, porque permiten aprovechar las
posibilidades de la terraza. Si colocamos un cerramiento con cristales o un
material resistente también podremos resguardarnos de la lluvia ocasional de
las tormentas de verano o de posibles vientos molestos. Todo ello utilizando
este espacio en cualquier momento, sin la necesidad de tener que resguardarnos
en el interior de los espacios.
Los distintos materiales nos permitirán jugar con la luz que
entra en nuestras casas: desde dobles cristales oscuros hasta persianas
internas, podremos crear el espacio ideal para disfrutar de la terraza a la vez
que la protegemos de los rayos de sol. Además, al crear estos espacios de
sombra la temperatura en la terraza y el interior de la casa será mucho más
moderada.
No conviene tener la terraza al sol durante todo el verano
porque los materiales del suelo o de los objetos que tengamos en ella pueden
resentirse. Si tenemos sillas o mesas de plástico expuestas al sol pueden
dañarse. Así mismo, pueden aparecer grietas en las losas o las paredes debido a
la exposición continua al calor.
Si tenemos macetas o arriates en la terraza, es conveniente
colocar un cerramiento en la terraza para proteger las plantas del sol intenso
de las horas centrales del día. De esta manera lucirán mucho más lustrosas y
resistirán el paso del verano llenas de color y vitalidad.